lunes, 8 de junio de 2009

lexicografía intermitente


Hay quien opina que las palabras puede definirlo todo. Yo solía pensar así antes...de saborear una pequeña porción de aquel todo que creía conocer. Nadie podrá jamás definir el pálpito semántico de un jadeo...solamente quien deshincha sus pulmones en las sílabas de placer puede alcanzar a comprenderlo.

He intentado utilizar un leguaje escrupuloso, ineludible, y me ha costado comprender que no existe tal. Cada sílaba, cada letra resucitada en paladares gemelos está teñida de distintas cadencias. Sería imposible abarcar el significado de una manzana...porque comprende desde aquella acided del viernes con prisa hasta el dulce jugo intacto del lunes tras el almuerzo. Y todo ello, solamente en mi humilde diccionario ególatra. Quién sabe a qué le sabe el sabor de una manzana al lector...

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