lunes, 25 de abril de 2011

Limítrofes desconocidos

Caminaron juntos, como dos universos distintos de experiencia y sentimientos, incapaces de comunicarse entre sí
W. Golding
Al salir de casa, se sorprendía más de la feliz ignorancia de los que se quedaban, que de la impactante versatilidad de sus vecinos. Acaso su propia actitud en los días ya pasados, antes de flanquear el tranco de su puerta, era también indignamente ajena a una realidad tan enraizada al jardín de al lado. Sí, también ella había sido ingenua y despreocupada; ahora le asaltaba la rotunda certeza de que ambos adjetivos eran, una vez perdidos, imposibles de recuperar.

jueves, 14 de abril de 2011

Tant per aprendre


Tendré que aprender a vivir con el miedo agachadito de que todo esto termine. A no marearme cuando me lleva él en brazos, a no añorar con tristeza aquello que decidí no tener. Tendré que aceptar que la soledad es parte de la compañía, el error es parte de la perfección y la muerte es parte de la vida. Aún tendré que convencerme de tantas premisas que detesto, ¡solo así podré dejar de odiar! Y llegaré a darme cuenta de que cuando grito al volante solamente puedo oírme yo.
Tendré que aprender a creerle cuando dice que me sientan bien las sábanas; aprenderé a no quemar las palomitas y a cocinar con nuez moscada. A mirar cómo otros leen, a callar cuando otros hablan.
Aprenderé a no dejar que mi entrañas se exhiban en una vitrina, a no buscar un disfraz de ciudadano con el que pertenecer a otros, y a no arrugar la nariz si hay quien sí quiere hacerlo.
Más difícil todavía: tendré que elegir un perfume que usar con orgullo a diario, pero sin temer salir de casa sin llevarlo alguna vez. Un perfume que se llame "lo que opinen los demás".
Me gusta verte jugar,
cómo pronuncias mi nombre,
y me gustan las palabras
que tú eliges al hablar