jueves, 14 de abril de 2011

Tant per aprendre


Tendré que aprender a vivir con el miedo agachadito de que todo esto termine. A no marearme cuando me lleva él en brazos, a no añorar con tristeza aquello que decidí no tener. Tendré que aceptar que la soledad es parte de la compañía, el error es parte de la perfección y la muerte es parte de la vida. Aún tendré que convencerme de tantas premisas que detesto, ¡solo así podré dejar de odiar! Y llegaré a darme cuenta de que cuando grito al volante solamente puedo oírme yo.
Tendré que aprender a creerle cuando dice que me sientan bien las sábanas; aprenderé a no quemar las palomitas y a cocinar con nuez moscada. A mirar cómo otros leen, a callar cuando otros hablan.
Aprenderé a no dejar que mi entrañas se exhiban en una vitrina, a no buscar un disfraz de ciudadano con el que pertenecer a otros, y a no arrugar la nariz si hay quien sí quiere hacerlo.
Más difícil todavía: tendré que elegir un perfume que usar con orgullo a diario, pero sin temer salir de casa sin llevarlo alguna vez. Un perfume que se llame "lo que opinen los demás".

2 comentarios:

  1. Simplemente genial!
    Me encanta, Lidia. Comparto todo lo que dices :)

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  2. Me gusta que así sea, habrá que aprenderlo despacito!
    No sabía que tuvieras un blog, te seguiré atentamente.
    (ah, y perdón por el retraso: happy bday!)

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