lunes, 27 de mayo de 2013

Superviviente

 
Por demás, me extrañaría que aún a ratos
tenga a bien rendir tributo a sus memorias
o se deje molestar por las historias
que han marcado el caminar de sus zapatos.
Si ha enterrado fechas, horas, citas, datos,
y recuerdos que rogaban por su vida
no le culpo, porque no es suya la herida
ni era suya aquella piel donde abrasó
y aunque ignoro si el dolor por él pasó
sé que guarda cicatrices escondidas.

Caminábamos a saltos, tropezamos,
y soltó mi mano para levantarse
me miró sólo un segundo al alejarse
y enviudó la nueva vida que creamos.
Y a pesar de estar tan rotos como estamos,
y de habernos perforado hasta los huesos
(él en busca de silencio, y yo de besos),
y aún sabiéndole ignorante de mis males,
Y a pesar de que aún me debe mil finales
mi esperanza y mi perdón siguen ilesos.

Él sufrió traspiés mayores, sollozaba
cuando yo ya mantenía el pulso firme
y la histeria muda que causó al mentirme
me inyectaba un nuevo sol que él envidiaba;
Pero verle fracasar no me aliviaba,
verle hundirse sin remedio era peor.
Le observé humillar su orgullo y su valor
Como quien desde la grada tensa el gesto
Y le observo rellenar segundos puestos
y olvidar que fue el más digno ganador.

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