miércoles, 26 de mayo de 2010

Autopistas en el agua

Hasta aquí llega el aroma,
desgastado,
de unas líneas dibujadas sobre el mar.
Me emborrachan y me toman
de la mano,
invitándome a aprender a navegar.

Me he negado a oír su llanto,
ensordecido
por el grito de las sábanas de dos;
camuflado por el canto
y el silbido
de los pasos que se acercan al salón.

He tenido suficiente
de momento
con los vértigos del barco de vapor.
He agotado cuerpo y mente
en el intento
de aprender a dirigir mi embarcación.

Despedirse no da miedo,
sólo pena.
Sólo a ratos echaré en falta la mar.
Lo que temo es que me quedo,
y tú te quedas,
y así nunca querré volver a marchar.

4 comentarios:

  1. Ehhhh...
    A
    C
    O
    J
    O
    N
    A
    N
    T
    E

    No puedo decir más. Simplemente genial.

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  2. Totalmente de acuerdo con la lady above...
    No debería volver a escribir poesía después de leer esto, porque es SOBERBIO!

    Love you!

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  3. Muda me dejas, menudo ritmo, vaya forma! De acuerdo con las dos de arriba, me voy a tener que retirar! xD

    Un besaco

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  4. Me estáis poniendo muy contenta con vuestros comentarios, sabed que tengo muy mal criterio sobre lo que yo misma escribo.
    GRACIAS AMIGAS!

    (Eso de retirarse jamás, os mato!)

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