miércoles, 23 de diciembre de 2009

Hilvanes

Cómo te lo cuento, ha empezado diciendo. Te lo cuento, ha pensado, pero no te lo voy a contar todo. Voy a poner a prueba tu capacidad de adivinarme.
Y lo ha hecho, ha tanteado la tierra húmeda sobre la que caminan mientras pisan cemento. Y le ha contado, verás, se me han olvidado los pasos. Se me han olvidado los viajes, las llamadas y las veces que hemos dormido juntos. Ya no me acuerdo de nada de eso, le ha explicado. Cómo podría hacerte entender...no los necesito. Los he olvidado a propósito.
¿Intensos? Sí, fueron intensos, ha respondido, pero una intensidad triste. Una intensidad dolorosa, como el calor de un soplete... y han comprendido: los dos tienen la piel abrasada.
Y le ha insinuado que quiere dejar la tristeza, aunque pierda intensidad. Me he cansado de jugar, ha reconocido al fin. Me apetece hacerme un poquito mayor.

Por eso los has olvidado, le ha intentado preguntar con la mirada. Por eso ya no te ríes si bromeo sobre terceros, o si hablo en singular. Porque ahora ya no tiene gracia. Ha asentido, y se le ha desmigajado el orgullo al hacerlo.
Cómo te complazco, ha pensado, sin bajar de este peldaño estratégico. Cómo te explico que a mí también se me está quedando pequeño el disfraz de insensible, pero que ya es tarde para acostumbrarme a ti. Y ha valorado sus opciones, sin preguntar cuál es mejor, ni cuál es menos mala, ni siquiera cuál duele menos. Ha intentado elegir la que no resulte catastrófica para los dos.

No sería yo si te dijera que te quiero, ha dicho al fin. No es que no te quiera, es que a tí no te lo puedo decir. No después de tanto tiempo aprendiendo a hacernos daño. Ni siquiera sería bonito, no tengo esa desvergüenza.

No ha sido ésta una confesión dolorosa, Sin embargo. Le ha obsequiado, para sorpresa de ambos, con algo que nunca antes dio a nadie: su sinceridad. Han sufrido, sin llorar. Se han odiado, sin insultos. Y los dos han suspirado satisfechos, sin lágrimas ni reproches. No hay mejor final para esto, han pensado a dúo. No hay mejor final que callar y descoser.


No hay comentarios:

Publicar un comentario