lunes, 19 de diciembre de 2011

Adiós, vecino

Si hubiera tenido la suerte de conocerlo mejor, hoy lloraría con más pena, pero con menos rabia. Ya me he perdido para siempre tantas cosas que cansa hasta imaginar. No diré que era perfecto, tampoco importó nunca que no lo fuera. Era auténtico en su singularidad, despreocupado, descarado y escandalosamente agradable. No diré que era el más grande, el crack, el irrepetible, ¡pero si ya lo sabéis! Diré solamente que pasó entre nosotros, fue breve para no cansarnos, y luchó hasta el último suspiro. Esta pérdida es irremediablemente injusta, y no llorarla sería una vergüenza. No llorarla sería de desagradecidos.
Hoy se ha muerto un tío de puta madre. Descansa, te lo has ganado.

1 comentario:

  1. De veras que lo siento. Lo de que estas cosas pasan no sirve, pero es simplemente Mamá Natura.

    Te sigo leyendo.


    Un beso.

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